Etapas del ciclo del Fósforo

Se le llama ciclo del fósforo al período biogeoquímico que define el movimiento que este elemento químico realiza en un ecosistema.

Los seres vivientes usan el fósforo a manera de fosfato consiguiéndolo en rocas fosfatadas, gracias a la meteorización se liberan y descomponen a los fosfatos, estos llegan hasta el vegetales a través del suelo y luego hacia los animales.

Cuando los animales excretan, los descomponedores entran en acción y producen los fosfatos de nuevo. Una parte de estos son llevados por las aguas hacia el mar, lugar en el cual son tomados por los peces, algas y aves marinas que producen guano. Esto se utiliza como abono en la agricultura porque producen cantidades grandes de fosfato. Los restos generados por animales marinos en el fondo del mar generan rocas fosfatadas que afloran gracias a movimientos orogénicos.

Desde las rocas y en el suelo se libera el fósforo que se utiliza por las plantas para llevar a cabo sus funciones vitales. Los animales consiguen fósforo cuando se alimentan de otros animales que lo hayan consumido o de las mismas plantas.

El ser humano moviliza también al fósforo al explotar rocas que se componen de fosfato. La proporción de este elemento en la materia viva es básicamente pequeña pero tiene un papel vital a desempeñar debido a que es un compuesto de los ácidos nucleicos, por ejemplo el ADN.

Etapas del ciclo del Fósforo


Meteorización y erosión

El fósforo es abundante en minerales terrestres que son hallados en el fondo del mar y en tierra firme.

Los constantes efectos de la erosión solar, eólica y la lluvia junto a la acción accidental generada por la minería humana posibilitan que las reservas de fósforo emerjan a la superficie y se transporten a los distintos ecosistemas.

Transmisión a los animales y fijación a las plantas

Las plantas obtienen el fósforo desde los suelos y lo fijan directo a su organismo. Esto sucede en las plantas terrestres y también en las acuáticas, como el fitoplancton y las algas que absorben el fósforo a partir de las aguas marinas.

En este lugar se transmite a los animales los cuales se alimentan de estas plantas y el elemento queda almacenado en sus cuerpos, de esta manera los depredadores de estos animales se alimentan de los mismos y los depredadores de éstos por igual, llevando el fosforo a través de toda la cadena trófica.

De vuelta al suelo a causa de la descomposición

Cuando los animales excretan, sus residuos son ricos en compuestos orgánicos que bacterias y demás organismos del reciclaje natural descomponen.

Estos vuelven a ser fosfatos transmisibles al suelo y aprovechables por las plantas. Sucede lo mismo cuando los animales mueren y entran en estado de descomposición o cuando la carroña abandonada por la cacería se descompone, los fosfatos regresan al suelo para beneficio de las plantas o para seguir escurriéndose a través de la lluvia y los ríos hasta llegar al mar.

De vuelta al suelo a través de la sedimentación

Otro camino con el cual el fósforo retorna desde el cuerpo de los animales hasta la tierra es en el lugar donde es parte de los minerales sedimentarios.

Esta es más larga que la acción permitida por los animales y se relaciona a la fosilización de los restos orgánicos y al desplazamiento de carácter tectónico que tienen las reservas de fósforo, cuyo origen es orgánico, hasta llegar a las profundidades de la esfera terrestre. Pero estos levantamientos geológicos pueden tardar miles de años en suceder.

Alteraciones producidas en el ciclo del Fósforo

El ciclo del fósforo se puede alterar en gran manera a causa de las intromisiones generadas por el ser humano. Por una parte, liberar fosforo gracias a la acción minera puede elevar la presencia de este material en la superficie de la Tierra porque su extracción a través de vías naturales erosivas tomaba mucho tiempo, hasta miles de años.

Por otra parte, la acción de los fertilizantes usados en la agricultura, sean de origen artificial o natural, presupone inyectar al suelo una cantidad mayor de fosfatos de los que usualmente pudiese recibir. Este exceso es lavado por las aguas de riego o de lluvia, llegando estas a los depósitos de los ríos, de agua y también al mar.

A causa del aumento en el nitrógeno y los fosfatos, también se elevan los microorganismos y las algas que se aprovechan de esto, a este procedimiento se le conoce como eutrofización. De esta manera se desbalancea la dinámica trófica y normalmente las algas tienen competición entre ellas hasta que mueren de forma masiva en la orilla. Cuando se descomponen, producen contaminación y elevan las cantidades de fósforo que circulan en el agua marina.

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Equipo Redacción

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